Presentación del XXXV Congreso Argentino de Psiquiatría,
APSA 2020

Psiquiatría y Salud Pública



Estimados colegas y amigos,
Del 22 al 25 de abril de 2020 se realizará el XXXV Congreso Argentino de Psiquiatría, organizado por APSA, bajo el título “Psiquiatría y Salud Pública”.

El lema elegido en esta oportunidad es el resultado del análisis del contexto general que enmarca a la Psiquiatría de nuestro país y del mundo.

Advertimos con preocupación que nuestra especialidad, quinta especialidad básica de la Medicina, viene recibiendo ataques provenientes de diferentes sectores. La Psiquiatría de inicios del siglo XXI pareciera hallarse bajo un permanente escrutinio, no pocas veces conducido por la mala fe. Esta última característica pone en cuestión la legitimidad de esas reiteradas observaciones ya que las aleja sustantivamente de la crítica que permite reflexionar y rever posiciones, o del reclamo por el estricto respeto de la legalidad que nos atañe a todos los ciudadanos. Parece haberse consolidado un insistente estado de sospecha en relación con la Psiquiatría y los psiquiatras.

La Ley 26657, sancionada en 2010 y reglamentada en 2013, ha sido utilizada para profundizar esta situación. Mal consensuada, con una letra final que sesgó la complejidad de las cuestiones de salud puestas en juego, esta ley no ha dejado de producir un sinnúmero de síntomas al interior del campo de la Salud Mental. La constante discusión sobre algunos de sus aspectos, el desconocimiento de situaciones graves que quedan fuera de consideración y la ausencia de financiación que haría efectiva su letra testimonian la veracidad de la afirmación anterior.

En estos años, los psiquiatras argentinos fuimos comprendiendo algunas cosas. Fuimos comprendiendo, ante todo, que el camino del enfrentamiento y de la inflexibilidad no conduce más que al empobrecimiento de todos los sectores participantes. Volvimos a tener dolorosamente presente que el desconocimiento de parte de la compleja realidad de nuestro campo de intervención empobrece la discusión y las propuestas. Comprendimos también que la falta de consenso, la lucha de egos, los reduccionismos de cualquier especie, nos alejan cada día más de la construcción de una alternativa justa y democrática enmarcada en el ideal de la Salud Pública.

La lógica manicomial no se supera cerrando hospitales; el autoritarismo de un sector no se supera con un nuevo autoritarismo, esta vez proveniente de otro sector. Las verdades construidas en la discusión democrática no necesitan ser impuestas, como sí lo requieren los dogmas disfrazados de consensos. Unas traen libertad y amplían derechos, los otros acarrean nuevas formas de adoración y generan pobreza en el pensamiento y en la acción.

Los psiquiatras hemos ido comprendiendo que el terreno de diálogo no puede ser el ideológico ni el corporativo sino el sanitario. Somos agentes de salud, y queremos que se cumpla el axioma de la Salud Pública: lo que existe para algunos, se pretende para todos. La interlocución con el Estado, los demás actores de la sociedad civil organizada y con los destinatarios directos de las acciones en salud es la arena política donde hacer real ese precepto.

Y como agentes de salud, no podemos celebrar el cierre de ningún hospital. Ni monovalente ni polivalente. Los hospitales no se cierran: se transforman. Se financian. Se incluyen en un Plan nacional de salud. Se potencian en la acción conjunta de una red comunitaria de atención de la salud integral que incluye la Salud Mental. El hospital monovalente, especializado en Psiquiatría y Salud Mental, es indispensable en un sistema serio, justo y universal de atención.

Los psiquiatras argentinos tenemos un mensaje para nuestros compañeros del campo de la Salud Mental: sin Psiquiatría no hay atención posible en Salud Mental. No queremos más ataques injustificados. No queremos más posturas inflexibles, ni enfrentamientos necios que demoren una salida común. Y no vamos a promover enfrentamientos sino diálogo.
Los enfrentamientos estériles deben terminar.

Basta de hablar de cierres. Hablemos de aperturas.
Es tiempo de hablar de salud. De Salud Pública. Animémonos a pensar en un sistema universal, justo y democrático en el que todos y todas tengamos lugar. Pensemos en salud, en educación, en prevención, en tratamiento y en rehabilitación y recuperación. En clínica. En psicopatología. En neurociencia. En subjetividad. En psicoterapias. En grupos. En prevención y tratamiento de los consumos problemáticos. No dejemos área sin discutir.

Nuestro Congreso es un lugar ideal para llevar adelante estas reflexiones, análisis y propuestas, para estudiar diferentes puntos de vista y encontrar caminos de síntesis. Como presidente de APSA, les doy a todos la más cálida bienvenida a este XXXV Congreso Argentino de Psiquiatría, que deseamos sea trascendente en la construcción de un camino posible hacia un mundo más justo y solidario, en el que la salud sea un derecho no solo enunciado sino respetado y garantizado.

Santiago Levín
Presidente APSA